POSITIVITRÓN 11. De arabismos y otras cosas...

Ayer ingresó en la RAE un nuevo académico, Federico Corriente; en su discurso dijo algunas cosas muy interesantes. Por diez positivos, que serán para quien conteste en primer lugar y correctamente a todas las preguntas... (y luego lo exponga adecuadamente en clase)...

1. ¿Qué es un arabismo? ¿Cuántos arabismos realmente tiene el castellano?
2. ¿Qué es un topónimo? ¿Y una expresión soez?
3. ¿Qué sillón ha ocupado el señor Corriente? ¿A quién ha sustituido?
4. ¿De dónde procede la mayoría de los arabismos del castellano según Corriente?
5. ¿Qué pasó con la curiosa expresión "Que si quieres arroz, Catalina"?
6. ¿Y con "a trancas y barrancas"?
7. ¿Y lo de "alabí alabá alabín bombá"?
8. Explica el origen de las etimologías de algunos topónimos castellanos.

Aquí una ayuda:

Échame una mano, prima, que viene mi novio a verme ;)

Comentarios

  1. 1. Un arabismo es una palabra o expresión procedente de la lengua árabe que se usa en otro idioma. No llegan a 2000 arabismos.
    2. Un topónimo es un nombre propio que se refiere a un lugar. Una expresión soez es una expresión grosera y baja en sus palabras de tal modo que resulta ofensiva y desagradable.
    3. Ha ocupado la silla K. Ha reemplazado a Ana María Matute.
    4. Fueron introducidos por los mozárabes cristianos pero bilingües o por exclusivas personas de habla árabe.
    5. La frase que se preguntaba a la esposa que se casaba por segunda vez acabó convertida en "que si quieres arroz, Catalina" porque en arabe las palabras arroz y esposo suenan parecido.
    6. Que pasó de ser "busca un rincón con la yegua para defenderte de varios atacantes simultaneos" a "a trancas y barrancas", porque en árabe se dice "atrakkán barrámka" y en castellano suena parecido.
    7. Es una mezcla de árabe y romance que significa "jugadores, venga ya, el juego va bien" y se ha quedado su pronunciación aunque no entendamos su origen.
    8. Droga viene del árabe hispánico, se escribía hatrúka y significaba charlatanería.
    Faltriquera se escribía hatrikáyra y significaba lugar para bagaletas.
    Andrajo se escribía hatráč y significaba necio o pelagatos.

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    1. Jorge, curiosamente tienes el mismo fallo que Marta Camúñez, así que no está bien...

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    2. Buenos dias Serafín, aqui te dejo la pregunta 8 que es la que está inadecuada.
      Dormir la mona de múna (“provisión”, de vino en este caso) y nana, nanita, de nám, nám, nám ínta ("duerme, duerme, duérmete tú"), posiblemente vinculada a que muchos señores e hidalgos cristianos emplearon niñeras moriscas tras la Reconquista.

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    3. Jorge, sigue estando mal. La pregunta es sobre ejemplos de etimologías de topónimos. Venga, a ver si te los llevas.

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  2. Buenas tardes Serafín, esta es la respuesta correcta.
    El académico también habló de los "falsos orígenes" atribuidos a nombres geográficos hispánicos de étimo árabe. Almería, por ejemplo, viene del andalusí almaríyya “desvelada, por la novia que se quita el velo en la boda”. Nada tiene que ver con el mar, sino con un impuesto, llamado igual que la urbe, que pagaban las bodas mudéjares. Murcia es probable que sea un adjetivo favorecedor (mursíyya, “bien asentada”), como los que recibieron El Cairo (“la victoriosa”) o Medina Azahara (“la ciudad floreciente). "A la recíproca y en error, aún hay quien mantiene la hipótesis del origen árabe del nombre de Madrid", que derivaría del romance Matrice y no de Mayrit, precisó.

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    1. Ahora si, Jorge. Cuando lo expongas en clase te llevas los positivos. Enhorabuena.

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